Cuando José se quedó frente a frente con sus hermanos, después de la muerte del padre de todos, hubo en ellos un gran temor.
Esos hermanos habían sido crueles con José en la juventud y temían la ira y la venganza , así que le expresaron que la ultima voluntad de su padre había sido que los perdonara.
" Y José lloró mientras hablaban " Gen 50; 17
Y les respondió José " no temáis, ¿acaso estoy yo en lugar de Dios ? " v. 19
Qué pasó más grande había dado José desde el principio de la ofensa , el se había librado de un terrible mal en su corazón, había evitado que su corazón se cargara de odio , de ira , de dolor, simplemente porque decidió entender que EL NO ERA DIOS PARA JUZGAR.
Grande decisión, sabía decisión, haber entendido que lo que sea que sus hermanos hubieran hecho , aún a su perdona EL NO DEBÍA JUZGARLO.
Esa palabra, significa un paso de humildad hacia la reconciliación, hacia el perdón y hacia la restauración de una relación fracturada.
Cuando comenzó esta historia de José y sus hermanos lo lastimaron al grado de separarlo de su familia, José había determinado contarse una hermosa historia de su mismo, pasara lo que pasara en su vida.
" Vosotros pensáis mal contra mi, más Dios lo encaminó a bien , para hacer lo que vemos hoy , para mantener en vida mucho pueblo
Ahora pues , no tengas miedo , yo los sustentaré a vosotros y a vuestros hijos , así los consoló y les habló a su corazón " v. 20 y 21
¿ Te imaginas una filosofía de vida así para nosotros hoy?
Declarar y estar ciertos que TODO LO QUE PAREZCA PARA MAL, DIOS LO TRADUCIRÁ EN GRANDE BIEN PARA MUCHOS.
Si has sido agraviado, herido y abandonado por los que más amas y debieran amarte , considera que si sufres el agravio con humildad y perdonas tras esta certeza , tu corazón estará limpio y Dios obrará gran BIEN para ti y otros.
El problema de querer juzgar el actos de otros es que nos evitará perdonar, amar y ser usados para la gloria de Dios.
Después de la ofensa da un paso invisible de perdón, para que nadie necesite convencerte después de que limpies tu corazón y puedas decir NUNCA SE ENSUCIÓ.
Que así sea en el Nombre de Jesucristo,
AMÉN.
Laura de la SOTA
Iglesia Palabras de Vida
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