Las parejas se lo pelean, los hombres lo asumen propio, las mujeres lo practican exageradamente a diario y declaramos con nuestra boca que está cedido a Dios.
Todos peleando el control de todo, tal vez nos gustaría que fuera tan práctico como los de las pantallas de televisión, con botones de encendido y apagado, pausas, cambio de canal, volumen y hasta brillo.
Imagina a tu familia en un teclado, o tus problemas o las circunstancias, suena atractivo pero irrisorio. Y no obstante lo seguimos intentando.
Oprimimos botones en las personas para que reaccionen como queremos, o deseamos, para que se callen o digan lo que esperamos, incluso oprimimos botones para que nos amen o nos entiendan, botones para que piensen como nosotros y botones para que reaccionen favorablemente a nuestras libres deseos.
Esos botones son PALABRAS, que oprimimos con fuerza mirando fijamente a qué hora TODO SE MUEVE A MODO "ME GUSTA".
Sigamos hablando de control!
Buscamos en nuestro panel , la tecla del futuro, la tecla de imprevistos, la de bloqueo a problemas y la tecla de "deseos" y la tecla de la felicidad.
Tenemos una tremenda predisposición y pasión por TECLEAR EL CONTROL DE TODO.
Pero, esto aunque lo practicamos sin cesar, nos ha probado la ineficiencia e inutilidad, NO ES POSIBLE controlar el mundo exterior.
Sin embargo, la buena noticia es que nos es autorizado un pequeño miembro a CONTROLAR bajo la promesa que de hacerlo, nos hará fuertes en el dominio de todo nuestro SER.
La empresa de aprender a dirigir nuestra lengua, Dios la llama , el timón de nuestro cuerpo, es la ÚNICA tarea posible para controlar.
"Mirad también las naves , aunque tan grandes y llevadas por impetuosos vientos, son gobernadas por un muy pequeño timón , por donde el que las gobierna quiere" Santiago 4 : 4
Así que, cambiemos el término control por gobierno , y seamos gobierno para nuestra BOCA.
Llevemos las palabras exactamente a donde queremos que vayan y lo demás se dará sólo, todo el cuerpo y toda acción nos llevará hacia allá.
No gastes tu tiempo queriendo gobernar a otros si no puedes gobernar tu propio barco. Nada podrás controlar hacia afuera, no hay controles remotos, pero tienes toda autoridad sobre tu lengua.
Así que, manos a la obra o mejor dicho, manos a la boca a fin de escoger lo que quiero y debo decir, en tanto que acepto lo que no puedo controlar.
Que tomes tu posición y gobierno dado por Dios sobre tu lengua y disfrutes los beneficios.
En el Nombre de Jesús,
Amén.
Laura de la Sota
Palabras de Vida
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