Me sorprende la cantidad de productos que se venden para QUITAR todo tipo de manchas.
Se fabrican de todo tipo, se hacen productos caseros, se comparten, se diseñan y se redefinen, pero NADIE quiere conservar una mancha.
No importa el origen, no importa el tiempo ni el tamaño, en la cara, en la piel, en la ropa, en los muebles, todos queremos que desaparezcan.
Sin embargo hay una contracción peligrosa en el pico interés que ponemos a las manchas que deja una ofensa, nos quedamos con la mancha del rencor y no hacemos nada por desaparecer la mancha del dolor o la pérdida.
Dios no quiere limpiar de TODA MANCHA que nuestro corazón tenga, cada día pone delante de nosotros los mejores "productos" para ser libres del peso que esa mancha deja.
Pone delante de nosotros el perdón, el arrepentimiento, la confesión, la restauración y el amor.
" A los Cielos y a la tierra llamo por testigos hoy contra vosotros, que os he puesto delante la vida y la muerte , escoge pues la vida para que vivas tú y tu descendencia " Deuteronomio 30: 19
Hay recursos del cielo para contrarrestar el daño que ha sufrido nuestro corazón, no te quedes con las manchas que opacan tu visión, reducen tu brillo y secan tu vida.
Que sea tan urgente la limpieza interna como la externa.
Así habla el Señor que limpia y sana,
Jesús.
Amén
Laura de la Sota
Iglesia Palabras de Vida
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